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November 18, 2012 / yolazuka

La niebla

Quizás es la ausencia de sol de estos últimos tres días,…pudiera ser la falta de costumbre a esta soledad, ella nunca me cayó demasiado bien. O la espera larga e incierta de un tiempo mejor para todos…Quizás es el silencio de esta habitación, que solo se llena con música enlatada al dar el “play”. Quizás son los locutores de la radio, que hablan, hablan,…pero nunca escucharían mis preguntas. O quizás todavía retumba en mi la angustia desolada que sentí ayer de madrugada al ver esa película basada en la novela de Stephen King, “La niebla”. Es probable que el espejo negro de la serie “Black Mirror” me hiciera reflexionar sobre un agujero hacia el que vamos poco a poco deslizándonos: Internet, sus redes sociales, y sus “oasis virtuales”. Pienso en esto y escribo sobre ello desde mi casa muda, a través de un ordenador, mientras reviso mi facebook, y abro mi gmail. Me dan escalofríos.
Quizás es la parada en seco tras la semana frenética de obligaciones, de responsabilidades. O las ganas enormes de que llegue de nuevo un nuevo verano. Quizás es la ausencia de abrazos, o , para qué negarlo, el exceso de un narcisismo ridículo. Quizás es mucho más sencillo, y toda esta parafernalia mental es solo fruto de la “depre” cuando estoy en mis días rojos.
Quizás son mis ganas de escribir, o mis ansias por contarle al señor X quién querría ser yo si en la vida uno pudiera elegir como en el colegio. “¿-Qué quieres ser de mayor?” Creo que los adultos se equivocan al hacerles la pregunta, porque así, uno acaba creyéndose desde niño que todo lo que quieres, se hará realidad.
Quizás es por todo lo anterior, quizás es por mucho menos, o quien sabe, por mucho más…pero hoy, se han quedado sordos, se han quedado mudos, y apenas puedo ver mis sueños en la niebla.

October 20, 2012 / yolazuka

El arte de olvidarte

Ayer por la mañana, miré de nuevo el calendario. Más de 19 días y más de 500 noches estoy tardando en olvidarte. Y ni con peces de hielo ni whisky on the rocks. Yo no sé de qué coño iba Sabina.

Una acaba agotada de tanta hipérbole y tanto bol de helado. Se acumula la faena triste de olvidarte, de quitarle hierro al asunto, de quitarle esencia a la esencia, para finalmente, reducirla a nada.
Siempre he envidiado a los perros, se sacuden la pulgas moviendo alegre el lomo, y su orejas al ritmo. Así de sencillo. Dos movimientos y fuera penas. Pero nosotras…ilusas, intentamos hacerlo bailando histéricas bajo la luz de focos y neones. Sobra decir que no funciona.

Lejos de quitarte de encima la pulgas, acabas atrayendo a más insectos, a moscones cansinos y borrachos merodeando alrededor de tu bombilla. Cuando ya estás de vuelta a casa, y rebobinas la noche, descubres que ha sido un planazo total: Dolor de pies, 50 euros en copas, una borrachera de 70 ( alguien debió invitarte al remanente de los 20) y tus pulgas intactas. Te llevas la tristeza en el bolso otra vez, (por eso pesan tanto) y no conseguiste dejar ni un poquito de ella en algún rincón oscuro de la ciudad. Porque sí, porque te has colado en la capa más profunda de esta cebolla lacrimógena y densa. Y cuantas más capas quito, más absurdamente lloro.

En profano secreto, la desesperación me ha llevado de seguido al surrealismo…llegué incluso a visualizarme como perro, para ver si así catapultaba tu recuerdo, sacudiéndome en bamboleo las pulgas, tu calor, la hierba, tu ternura. Sobra decir que no funcionó. Muy lejos de olvidarte, me sentí ridícula, llena de estupidez, vívida tu imagen sin embargo. Pudo ser el estupor el que me hizo estúpida, puede que realmente lo sea. Pero sea como fuere, no sirvió.

Porque sí, porque estoy más que harta de enamorarme una vez cada decenio, y tener que dejar de hacerlo antes siquiera de suspirar profundo. Harta de tener que cortar de raíz y contra natura, la centelleante química de mi cerebro. De tener que bloquear mi sonrisa cuando pienso en tí, de tener que aplastar una a una las mariposas que bailan en mi estómago. Porque ya no debo, porque ya no es necesario, porque no te lo mereces. Esas palabras me repito constante: “Porque ya no debo, porque ya no es necesario, porque no te lo mereces”…Pero es todo mentira. Yo versus Yo, esa es la verdad: fatigadora, extenuante…Dime, cuantas yoes necesitaré para borrarte? Eres como la goma mágica que prometía borrar la tinta de bolígrafo. Al final borrabas lo escrito llevándote por delante el papel. Eres igual que el practicante de mi antiguo ambulatorio. Juraba que no iba a doler, pero después de la inyección salías de la consulta caminando coja y aturdida. Claro que dolió, si que duele, y no te borras. Hasta con Tipex lo intenté. Y no funciona.

Muy muy lejos de olvidarte, eres la mancha recurrente de humedad que aparece en la pared, cobrando cada vez una forma distinta.

Tinta, humedad, aguja, Tipex disuelto en un borrón…

Sobra decir que no funcionó. Ni lo nuestro, ni olvidarte.

September 3, 2012 / yolazuka

Verano del 84

Se superpuso otra vez, la realidad. Ante ti. Ante mí. Ante el paisaje desdibujado por ti, desenfocado por mi. Nuestras caras, ligeramente azotadas por un viento que se sentía a ráfagas. Nos rodeaban cipreses llorones. Sus ojos se habían secado mucho antes que sus hojas. Y parecía un cine de verano, una teletransportación a un tiempo remotamente pasado que se adentraba de lleno a un futuro utópico. Parecías casi yo. Yo parecía casi tú. Casi casi nos parecíamos. Como en las fotos de veraneo en Cambrils. Con los colores de nuestras camisetas levemente desaturados, y los bordes de sus esquinas  doblados. Pero ganó de nuevo la batalla, la realidad. Ante nuestros ojos, los ojos del otro. Pero también se adivinaba al otro lado lo mundano, lo de siempre, lo que asegura pero no nutre. Aterrados los dos, por perder lo de cada uno, como si la vida fuera un trono eterno en el que yacer por siempre. Como si una corona fuera algo más que eso. Un ornamento suntuoso y presumible. Sacrificando la sacra esencia, por un vulgar altar de  iglesia. Crucificando las nubes por un alto y rígido castillo en la colina.

Mudos tu y yo, no queríamos que las palabras pudieran crear más lejanía aún que la del miedo. Para entonces, yo ya no llevaba chubasqueros en las tormentas de verano. Prefería sentir el agua sobre  mis hombros, o salpicando aleatoriamente mis piernas…Y si calaba, calaba.

Imitábamos a dos postes de la luz, mirándose de frente, anclados al suelo, eléctricos,……..unidos por raíces subterráneas. Raíces invisibles pero poderosas, abriéndose camino al paso guiándose por el sabio instinto de su savia. Anteponiéndose vigorosas, queriendo por encima, o por debajo de todo, crecer.

Comenzó a llover, pero ninguno de los dos miró hacia el cielo. Sentí sin embargo tus raíces, avanzando rápidas, aferrándose a mis piernas mojadas, en mitad de la tormenta, una tormenta de julio. El agua despertó la tierra, alimentando así nuestras raíces, nuestro brillo en los ojos. Sin hablar, porque no hacía falta, y además, nos daba miedo. Y yo no quería abrazarte, porque lo había hecho tanto en mi sueño, que no me atrevía a romperlo.

En un chasquido, y tan súbitamente como la lluvia, volviste al Cambrils de los ochenta, y  de entre tus raíces y tu emoción, apareció además un chubasquero. Grueso, negro, impermeable….Entonces me observé a mi misma, calada, derramada, goteando. Abrí los brazos, y mientras giraba mi cabeza hacia el agua, me reí de mi propia ironía. Recibí de lleno en el pecho tu carpetazo, el inmenso album de fotos cerrándose de un golpe.

Fue bonito revivir tus fotos, tu esencia, y tu lluvia de julio.

December 12, 2011 / yolazuka

Mi primer trabajo audiovisual ( Silent – The last of Philippines )

Este es el trabajo de unas cuantas semanas, siempre guiada por Alex Marín, el director principal de este proyecto. Entre los dos maduramos la historia, el attrezo, producción, montaje, etc… y aunque hubo algunas carencias logísticas y de planificación, tuvimos que jugar con lo que teníamos, y este es el resultado. El videoclip ha sido grabado en las ruinas de Belchite, y ha sido ciertamente una experiencia muy enriquecedora. La música pertenece al nuevo albúm de Silent, ” Wishing you were a ghost” , abriendo dicho disco con el tema “The last of Philippines”.

Quiero dar las gracias muy especialmente a Alex Marín por ejercer de profesor ejemplar  y creer en mí, a Isabel Maurel por su pasión en la interpretación, y al resto de equipo por su saber estar y voluntad al minuto.

November 15, 2011 / yolazuka

Abocado(s)

Abocados

Yolazuka, 2014

Quién tiene en realidad el talento en sus manos, si todos lo presumen, con azarosa picaresca, queriendo ser la cresta de la ola, y el centro del universo. Si el mundo está del revés, ¡y aún así no nos caemos! Si es la gravedad, la que no nos da la vuelta, deberíamos ponernos boca abajo para mirar las cosas desde el ángulo correcto: Las mentes desorbitadas que gritan en los estadios, las mentes aletargadas, que bostezan telediarios, los frenéticos pensantes que solo piensan en llegar rápido, las cabecitas moralinas, que siempre espían desde las mirillas. Las cotillas, los pasotas, los jefes de pacotilla. Y luego están los alaridos. Las miserias y los gritos silenciosos del otro mundo. Tan lejos están, que desde aquí no se escuchan, dicen muchos.

El hablar sin saber, el pegar sin querer, el huir sin correr, el herir sin cortar. Un mundo de locos lleno de ciegos sin bastones. De locos, y ciegos, y sordos, que ensordecen a los que sí oímos. Las absurdas leyes, inventadas en la época de los llamados reyes. Los sin sentidos más grandes creados, que dan cobijo a la sabandija y re-humillan al ahorcado. ¿Esas son las leyes que nos rigen? Qué el talento vaya a esos, a los destalentados. Y que el arte de verdad, vaya, cuando menos, a los necesitados. Este circo de papel es en verdad un gallinero que ni calla ni pía. Un desorden ordenado donde apenas cabe nada. Solo el caos junto al efecto implacable de nuestros propios errores…¡Pero somos libres! Proclama y chilla una pétrea libertad anclada a una remota isla. La palabra locos se queda corta para llamarlos a todos.

¿Y qué fue del ingenio? ¿Qué pasó con la inspiración? ¿Ya no se estudia eso en los libros de ciencia?…Cierto es, no se estudió nunca, y ahora vienen a explicarnos que aquellas palabras son inventos malogrados de la lengua española. Triquiñuelas descarriadas copiadas por los vagos, los oportunistas, o los despegados. ¡Hay que levantar el Pais! Dice el señor de la apisonadora. ¡Hay que luchar por la Patria!, mientras Patria se las pasa en el burdel, fumando de liar, y liando la noche. ¡Esto no son formas! Grita el concejal. ¡No nos moverán! Berrea un transportista. Si aún no entiendes nada, es porque todavía no te has dado la vuelta boca abajo. Y si no entiendes nada de nada, es porque sin duda, ya lo has hecho.

November 3, 2011 / yolazuka

Ligeros de cascos

Admiro a la gente que labra una vida más fuera que dentro de casa. Admiro a esas personas que no temen al mañana, ni a la escasez, ni a la añoranza. Admiro y miro, como, sinceros, aprecian por  igual el café espontáneo del vecino, que un relamido cócktel de invitados. Despierta esa gente en los presentes, aquello que perdimos cuando niños. Y en aquel camino varado, donde nosotros vemos piedras, ellos verán senderos. Senderos que conducen al gozo enorme de las mentes, hacia el bonito juego de perderse para siempre. Que poco peso, y que alegría, viajar sin arrastrar inútiles baúles. Admiro a esas gentes que se niegan a coleccionar recuerdos inservibles. Aquellos cuya sencillez es compleja, y sus complejos son cero. Hasta donde habremos llegado nosotros, los otros, los urbanitas, para pensar tan complicado el concepto de lo simple. Hemos perdido la perspectiva, el norte, y acaso tanto más.

October 30, 2011 / yolazuka

Zoom out

Caminas erguida, con la espalda recta y la sonrisa vacía. Pero la luz de la mañana, toda la ilumina. Y parece algo, parece despierta, parece muy viva aunque está dormida.. A veces es risa, pero a veces, es llanto tu sonrisa. Te veo de lejos, cruzas la avenida, y eres una sombra entre la multitud, de miradas perdidas. Nadie se percata, nadie te oiría, si cuando ries en realidad lloras…quién lo entendería…. Solo yo, que soy tu yo. Soy tu espejo y soy tu guía, soy tu esclavo y tu condena. Soy tu alivio y soy tu pena. Tu consuelo a veces, otras tu tirano. Si, pequeña, caminas erguida, entre los altos tallos de mil flores caídas, un diminuto brote entre sauces dormidos, que arriman sus hojas efímeras e imposibles. Cruzas los puentes de las batallas perdidas, dejas atrás las ruinas del pasado. Con tu espalda recta, y tu sonrisa vacía. Pero la luz de la mañana, toda la ilumina.  Y pareces algo, pareces latente, pareces de día. Pareces y padeces la imagen que proyectas. Porque a veces es risa, pero a veces, es llanto tu sonrisa.

October 26, 2011 / yolazuka

Los pies al biés

Cuando nos falla la fé, todo entra en una caja de zapatos. Cuando se nos van los pies, cualquier lo siento rápido sirve de consuelo. Cuando el egoismo nos supera por dos, caben tres y caben cuatro en una historia de amor. Cuando el absurdo de la vida, nos pone hincapie, sorteamos los obstáculos con estúpidas zancadillas. Cuando la melancolía es un mal menor, se nos escapa lo importante por cualquier ventanilla. Cuando , cuando , cuando, nos preguntamos, y es nunca. Cuando un vendedor de chicles, renuncia a volar, vuelan poco a poco sus ansias de existir. Cuando aquel marido le dijo me voy, decía en realidad muchas otras cosas. Cuando alguien me dice la hora, me pregunto quién será: Será vendedor de chicles? Querrá volar? Cuando miras poco a poco hacia otro lado, se oscurece de algún modo, tu modo de mirar. Cuando das la espalda, siempre te estarás perdiendo algo. Porque cuando falla la fé, todo entra en una minúscula caja de zapatos.

July 9, 2011 / yolazuka

Mitos

Como, porque, cuando, todo empezó a terminar. Suena a broma de mal gusto, a chiste barato. El autobús me lleva a algún sitio, pero seguramente a ninguna parte. Por más que viajo siempre estoy en el mismo punto. En un loop circular con forma de pelota, que gira y gira pero nunca avanza. Descabellada idea el pensarte como mito. Los mitos no existieron,  y tu sin embargo existes. Como, como, que barbaridad, creer que en el amor está todo, si en realidad, todos estamos en el amor: hasta las trancas, hasta las cejas, y muy probablemente, hasta los cojones.
Un escalofrío derribó mis naipes, y mis castillos con ellos. Derribó hasta el comodín. Siguen, y pasan, los días, las lluvias, los ríos, las botellas de vino. Cuantas vueltas, cuantos giros de ruleta daría al reloj. Hacia atrás. Para no pensarte, mejor para cambiarte. Y negociar así un trueque justo; dame mi alegría y te daré tu sinrazón. No llores más , si es que aún lo haces. Nunca cambiará, en esencia, tu condición de cobarde. Claro, claro que si, mis marionetas quieren darle al sol los buenos días. Pero no hay suficientes manecillas, ni horas en la vida, para cambiar lo que fue. Existiese, o no.

June 28, 2011 / yolazuka

Gizeh

Se nos va. La cabeza y la vida. El alma en ello, y los esfuerzos en nada. No queremos ser como ellos, no queremos ser como el otro. Pero asimismo, envidiamos lo de ellos, lo del otro. Nos revuelve la “Dulce Garbana” de lo ajeno. La pirámide de Gizeh ya no se sostiene. Más que el tiempo es la actitud y la revolución de nuestras mentes la que no soporta más tanta grandeza en precario equilibrio. Da la sensación de que nadie, esté donde esté, encuentra su sitio. Exprimimos un mundo efímero. Y mientras los árboles caen, el banquero mete sus manos en los bolsillos, sonriendo al político-payaso que hace malabares para no caer de su escenario. Entretanto, el resto, …qué hacemos el resto?

Algunos se cobijan en la sombra baja de la pirámide. Otros prefieren subir a ella utilizando como escalera la cabeza del prójimo. Unos cuantos deciden que quieren derribarla arremetiendo cabezazos contra la piedra impasible. Muchos de nosotros damos vueltas alrededor sin tener muy claro si queremos subir, bajar más todavía, o pasar de toda jerarquía. Por su parte, las putas nunca se habían abierto tanto de piernas. Las mejores canciones se amontonan entre los huecos vacíos de la esfinge, esperando tiempos mejores y oídos más predispuestos. También están aquellos que solo saben echar la vista atrás con ese lema tan nostálgico de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. No nos olvidemos de aquellos felices, que, refugiados en el falso mensaje del “Faraón”, viven sin saber siquiera que existe una pirámide. Tampoco saben que precisamente ellos están dentro de su tuétano, haciendo las veces de cimiento asfixiado. Estos últimos sufren de una nueva especie parasitaria: los Nini. Y lo tienen complicado, ya que para reflexionar sobre una pirámide, los Nini necesitan primero fumarse un sarcófago de marihuana. Al día siguiente creerán que fue solo una alucinación psicoactiva.

Algunos, con nobles pero inocentes propósitos, se empeñan en descifrar la información radiofónica que se emite desde la cúspide. Dicen que no cesarán, ni se moverán hasta encontrar la verdad. Como si una sola eternidad fuera suficiente para decodificar la inmensidad de la certeza.

Si nos contasen que vecinos de Marte vendrán a visitarnos para reconstruir el sistema, botaríamos de contento. Ante tanta paranoia, recibiríamos al Marciano, bandera en mano, como el grial de la sensatez. Sería una alegría alentadora. El marciano Marcial. Un bendito. Cualquier cosa antes que seguir viviendo esta esperanza embustera y celestina. Miente tanto, que nos da la risa. Alguna vez, hasta a ella la han visto reírse, la muy cabrona. Y mientras nos reímos a mandíbula batiente, la acusamos de plagiadora, de falsa, de obsoleta, de demasiado coqueta.

Hace un tiempo el mundo exterior me producía un respeto inquietante. Pero ante los hechos, y pensándolo bien, proclamo un SI. Que vengan de Marte, un martes cualquiera. Porque está claro: las cosas, desde fuera, se analizan mejor.

May 29, 2011 / yolazuka

El país de la piruleta

El país de la piruleta es el país donde todos querríamos vivir, si pudiéramos. Yo la visito, vengo y voy, para evitar desazones, para evadir o eludir lo ineludible. El país de la piruleta es el escape redondo hacia lo infinito, hacia lo infinitamente bello. Dulce es, el país de la piruleta: inmensa, compacta y lisa. Alegre su color, rojo pasión o naranja bucólico, verde manzana o morado esmeralda. Puedes palpar con tu lengua, la textura del país rojo, naranja, verde o multicolor. Todo es verdad, y nada es mentira, en el mundo golosína, nunca de noche y siempre de día. Sin geometrías, sin aristas, el país de la piruleta es el país de nuestras fantasías. Viajo, escapo, vuelo, en clase turista, al país de las maravillas. Me escondo en el intenso sabor de los colores puros del círculo cromático, sucumbiendo al explosivo impacto de la ingenua chuchería. Se te acabo la inocencia? Ya no sientes su ilusión? Este es el mejor remedio, el país, de tu imaginación.

May 29, 2011 / yolazuka

La casa en llamas

 “Mallorca”

Este es el microcuento que he presentado al concurso de un famoso programa de radio..solo 100 palabras para un relato a partir de una frase inicial.  Mi cuento debía comenzar con:

Trepé al castaño y observé sin pestañear…

que la casa estaba en llamas. Apenas a unos metros de mí, ardían mil recuerdos, millares de lágrimas. Pensé en María. Ultimamente parecía triste, aunque finalmente siempre acabábamos riendo y bebiendo vino para olvidar el martilleante presente de la guerra.
Acurrucado sobre las ramas caí en la cuenta ¿Donde estaban mis zapatos? La corteza del castaño era demasiado basta para la fragilidad de mis pies…
Bajé del árbol, caminando moribundo entre el intenso rojo-amarillo del fuego que me rodeaba. ¿Donde está Maria? ¿Donde estoy yo?
Solo quedaba el ruido a lo lejos; un ruido de balas, de llamas que bailan.

May 29, 2011 / yolazuka

Desde el silencio…

“Retoque fotográfico por Sotto Vocce”

El silencio es más que un vacío. Es mucho más que un no sonido. Dice mucho más el silencio en su callado estado, que una vana conversación. Y cada silencio que se posa, significa algo diferente. Nos quiere contar cada silencio, un enigma casi indescifrable, pero no imposible. Sutil código que se presenta siempre en una carencia. A veces es tan fuerte su energía, que perturbarlo es algo difícil y arriesgado. Sin embargo, en otras ocasiones, el silencio se posa suave y volátil, y el hecho de romperlo es una caricia.
Tiene más intensidad el silencio en sí mismo, que un grito estruendoso. Penetra sigiloso el silencio, atornillándose dentro, perforando tu estancia, mientras el chillido, con su vocalización, se expande en ondas, difuminándose sin centrarse.
Insufrible silencio, si alberga en él una amarga historia, y temible silencio, si además de albergarla, no la narra.

May 29, 2011 / yolazuka

La rosa

“Pantano de la Sotonera”

Como duele y como jode de veras ser tan frágil.
Como revienta y como revienta ella de sufrir por cosas que no puede tocar.
¿Hasta cuando y de que manera sus pétalos de color aguantarán este huracán de patrañas?
Una pequeña rosa en medio de un vendaval, arremolinada y atolondrada en la mitad del mundo. En el kilómetro “0”.
¿De qué forma podrán sus cuatro únicas espinas defenderse de la Furia Encarnizada?
¡Como anhela y como desea ser fuerte, ser roca de acantilado! Y le tocó ser florecilla. Una planta semienterrada en la arena, esperando por todos ser acariciada.
¡Como desespera, y como exaspera tener alma y ser flor!. Se le fue la fragancia por los azotes del viento.
En ocasiones, alguna mariquita perdida, se sube en ella, y le hace compañía. Pero enseguida debe marchar. El insecto debe regresar a casa, ya se escondió el sol, y la familia la espera.
¡Como se encoge el corazón, y como desalienta ver caminar en la lejanía a su mariquita de la compañía!
¿Demasiado grande el mundo, o demasiado pequeña la flor?¡Quien sabe!¿Demasiado cruel la vida, o demasiado a flor de piel la Rosa?¡Que se yo!.
Y sobre su tallo, aguantando a trompicones su corola, se deja llevar por el viento. Los humanos la quieren cortar, quieren arrancarla de la tierra porque parece que coquetea al agitarse, al mover sus petalillos gráciles. Al mecerse entre el viento, no flirtea..¡Llora la pequeña Rosa!¡No puede luchar contra la brisa!.
Y al acercarse a ella una enorme mano, saca con todas sus fuerzas las cuatro únicas espinas que quien sabe le otorgó.
¿Porqué le tocó ser flor? Tan bella pero tan frágil, que de nada sirve su hermosura. ¡Como llora, y como grita la pequeña flor! Le habla al viento mientras su voz se pierde entre la hierba…
¿Porqué ella tan débil?¿Porqué el mundo tan indiferente?

May 28, 2011 / yolazuka

Antes

“Palma de Mallorca”

Antes, cuando aún había credibilidad en un te quiero, y las sonrisas eran más brillantes, casí creí encontrar la felicidad.

Antes, sin reprimir un beso, sin contener pensamiento alguno, pensé colgar en mi cuarto el título a la libertad.

Antiguamente (Y uso esta palabra porque parecen siglos los que han pasado), con la vitalidad de la ilusión, castillos de naipes construía en la noche.

Por aquel entonces, donde nadie era nadie, pero todos éramos todos, brillaban nuestras retinas y había más suspiros, las cosas sucedían de verdad y contábamos nuestras vidas a través del vinilo.

Aquellos días, tenían la esencia de la verdad, y la mentira….era mentira.

La escasez no importaba y el amor se resbalaba como cera fundida entre nuestras manos. La vida era la vida y el futuro estaba por venir.

En aquellos años con exceso de hormonas y poca madurez, portábamos vendas trasnparentes que nos hacían percibir el mundo a nuestra manera. Veíamos solo lo que queríamos ver.

Antes, cuando el mundo era un planeta y nos identificábamos con las estrellas, cuando la música era un canto a la vida y no una canción protesta, la pasión que conteníamos nos hacía envidiables.

Ahora; siempre girada la cabeza hacia atrás. Ya no suspiramos como antes. Nuestros actuales suspiros son quejas, penas expulsadas de nuestro cuerpo en una bocanada.

Ya cesó la transición y no me enteré. Aún creo estar en mi adolescencia. Perdí el carro de la madurez y ahora me encuentro entre dos mundos.

Antes y ahora, siempre en la frontera. Todo el tiempo en el límite de la nostalgia.

Mi actual mundo se llama”Bienvenido al dólar”, el anterior,”Bienvenido a la Inocencia”. Y en la inocencia, el dinero no tiene cabida.

May 28, 2011 / yolazuka

The chance

“Dublín”

Se acerca la razón, se alejan los sueños. Vuelan al viento de campanas al aire. Y las ganas se retienen, de llorar, pero aparecen, de nuevo, a borbotones, sin sentido, sin vestidos. Desgarrados jirones de esperanza y esperpento. De tenerte, si, pero solo dentro. La ficción, sin tu fricción, tu sonrisa abierta hacía mi espejo. Me veo el él pero no te veo. Los trenes, sus raíles, los vagones de las viejas estaciones. Miles de trayectos y ninguno a tu destino. La vida entera esperando para verte pasar, así, de largo. El pañuelo blanco, la no despedida, el desencuentro de haberte encontrado sin haberte besado. El sonido tierno y la música de tu risa. El entendimiento completo sin pronunciar un te quiero. Tanto cielo abierto, y tu tan lejos. El mundo era muy pequeño hasta que llenaste mis rincones. Desde que lo hiciste ya no puedo abrocharme el corazón. Ya no cabe en este pecho, herido y maltrecho. Se sale casi enfermo, y me indica con su vuelo, que no tiene interés por lo que pase en mi cuerpo. Se revela de su dueña, la razón y la logística. No le importa lo que pase, solo quiere, en definitiva, que el mundo se pare. Nada, de entre toda las cosas tiene sentido, si lo que sentimos, no es lo que vivimos.

May 28, 2011 / yolazuka

Echo

Echo, y además, de menos, la risa reflejada en mi ventana, los lunes al sol, la lluvia sin tormenta, el día sin mañana. Echo de menos, la expectación al descubrir el desayuno envuelto de mi madre. Echo, y además, de menos, tu mirada infinita al mirarme mientras duermo, la intrépida sal de mar entre mis dedos. Echo de menos, salir de casa sin mirarme al espejo, ser espia, no de nadie, sino mía. Echo de menos tu abrazo, los kleenex en la mesilla. Echo de menos tus fotos sin colgar, la cama despeinada, la sonrisa sin hacer. Echo, y además de echar, echo de menos las ganas que tenía de echarte de menos, porque así, te siento más.Echo de menos contar las estrellas, gritarle a las flores, correr sin motivo, besarte en los portales. Echo de menos el tren gigante camino a Barcelona,y el olor de tus guisos a la hora de comer.Echo de menos el verde de las lagartijas, el rosa de mis zapatillas, la comida sin comer.Echo, y además de menos, la vida en la que no echaba nada de menos. Echo de menos dibujar sobre el vaho de mi propio aliento, mirar por la ventana y saber que estoy en casa.De hecho, no echaría de menos tu presencia a mi lado, si no te hubieras ido. Pero como lo has hecho, además de echarte de menos, ya no estás.

May 28, 2011 / yolazuka

Pensamientos en blanco

“Palma de Mallorca”

Todas las cosas son, pero no todas las cosas están. Volar no significa caerse, y caerse no significa haber volado. Todos somos seguros e inseguros al mismo tiempo. No todo lo que nace crece, aunque todo lo que crece es porque ha nacido. Yo no sé, y sé lo que me digo. Y donde dije digo, digo Diego. Los peces nadan, las aves vuelan. El hombre cree que nada, que vuela. Por eso no tiene en cuenta ni a los peces ni a las aves. A veces estoy triste, a veces feliz. La línea recta no existe. Según como la mires siempre se torcerá en algún punto. La tierra no es redonda, es un planeta. Somos conscientes de que la tierra gira, pero no de que nosotros giramos con ella. El mundo es un caos, si, el que llevamos dentro. Dime con quien andas y te diré que deseas. Dime como andas y te diré si te deseo. Dime que me quieres, necesito un analgésico. Demasiado bienestar se traduce en egoismo. Si llorásemos todos a la vez, se elevaría el nivel del mar?

May 27, 2011 / yolazuka

Misterio (Oh!)

“Londres”

El misterio tiene estas cosas. Nos envuelve en un aura de profundidad para pocas veces devolvernos a la superficie sin una dura sensación de decepción. Ese sensual misterio, que habla al ritmo de siluetas vertiginosas quiere ofrecernos lo que no posee. Misterio, ese que nos venda los ojos pero traspasa la razón para llegar directamente al alma, es, irónicamente, el que nos hace desear intensamente. Y así, darle una razón a nuestra rutina, a nuestros pasos hacia el comedor, hacia la cocina. Sacudirnos de encima la trivialidad, la vulgaridad de nuestros días. Pero señores, es todo mentira. No hay nada detrás de la oscuridad proyectada de un telón. Más allá del terciopelo rojo solo hay teatro. Una simple, y burda, obra de teatro. Que gran misterio.

May 18, 2011 / yolazuka

Pájaros naranjas

“Océano Atlántico”

Decidí que necesitaba explorar. Más allá de mis cercanías, más lejos incluso que el sol en un mediodía de verano. Divisé una jungla. Una maleza de colores vivos, de flores azules y pájaros naranjas. Caminé entusiasmada hasta allí. Mis ojos grababan la intensidad que se adentraba directa a mi cerebro. En esa selva, la noche tenía luz, y el día era ténue. Los pájaros naranjas tenían picos de formas imposibles, hablaban entre sí, y nunca trabajaban. Era el sitio perfecto pra sentirse vivo.

El caudal del río  susurraba algo. Ese sonido de agua fluyendo tenía mucho que contar. Me tumbé en la orilla para poder escucharlo. Creí entender que me alertaba de los peligros de la selva. Me sentí decepcionada. Pensé que la solemnidad de un río me daría algo infinitamente más interesante. Ignorando su mensaje, cambié de posición y me tumbé hacia arriba. Conté las hojas de los árboles que se interponían entre el sol y yo. No pensaba en volver. Todo era demasiado bonito como para hacerlo.

Un mono gris se sentó a mi lado. Parecía cansado, pero me ofreció una sonrisa. Del suelo arrancó una brizna de hierba y me la dió. Le pregunté si podía hablar, pero no obtuve respuesta alguna. Simplemente cogió un mechón de mi pelo entre sus dedos y comenzó a atusarlo.

-Tengo que irme -Le dije.

Cuando ya apartaba ramas para proseguir mi viaje, creí oir – Volverás?

Al girar mi cabeza, su mirada seguía fija en el río.

Confundida, seguí mi camino.

Anocheció y las luciérnagas alumbraban mi sendero con vaporosos vuelos y graciosos sonidos. Nunca pensé que las luciérnagas fuesen por naturaleza tan agradables. Siempre pensé en ellas como animales envueltos en un halo de misterio. Pero aquella noche, fueron mi luz.

No estaba perdida. No sabía lo que buscaba, pero sabía que lo encontraría.

Al amanecer, con la luna en un extremo y el sol en el otro, el perfume del rocío hacía estremecer las hojas y los flamantes árboles se llenaban de orgullo. También me estremecí yo, sabiendo que esa imagen perduraría por siempre en mi memoria.

Me sobresalté al oir el sigilante sonido de algo sinuoso. Tras un frondoso arbusto apareció la más extraordinaria criatura. Era la primera vez que veía aquello. Un par de brillantes y preciosos ojos verdes me miraban con interés.

-¿Quien eres?¿Qué eres? – Pregunté.

-Soy tu espejo- Respondió.

Al acercarse más, descubrí que se trataba de una enorme serpiente, cubierta en pequeños espejos que se unían entre sí mediante diminutos cristales verdes y dorados. Su cabeza era grande, pero no parecía amenazante. Era la serpiente más hermosa que había visto jamás.

-¿No te ves? – Preguntó.

-No me veo, te veo a tí – Tenía una voz profunda – Tu no eres como las demás, ¿Eres en realidad lo que creo que eres?

-Solo soy lo que tu quieras que sea, porque soy, en realidad, tu espejo.

-Estás cubierta de espejos, te refieres a eso? – Intuí que iba a ser una conversación interesante.

Ella me miró y sonrió como solo una serpiente sabe hacerlo. Entornó sus ojos al cielo y descubrí que dentro de ellos se encontraban ancladas varias puertas minúsculas. Al poco, volvió su mirada hacía a mí.

-¿Sabes donde estás? – Preguntó.

-No, pero tampoco creo que importe demasiado. Lo importante es sentir donde estás.

-¿No sentías donde estabas antes de llegar aquí?

-¿Porqué haces tantas preguntas?

-Has de saber donde estás. Te encuentras en el mundo de lo absoluto. Nada aquí es relativo. Aquí nada es flexible.

-Tu no lo eres? eres una serpiente. -Teniendo en cuenta que las odiaba, esta me estaba cayendo bien. Muy bien.

-Recuerda que yo solo soy lo que tu quieres que sea.

-Ese misterio….viene dado por alguna clase de sabiduría?

Por un instante ví dos destellos en sus ojos, que desaparecieron como estrellas fugaces en el cielo.

-La sabiduría absoluta es una blasfemia. Es simplemente aprendizaje. Y sobre eso, puedo enseñarte mucho. Sé que lo que te trajo aquí son muchos mas motivos de los que imaginas.

Solo conseguí pronunciar – Si? Cuales?

-¿Quieres de verdad saberlos?

-Por supuesto.

-Ven conmigo y te mostraré lo que necesitas saber.

-¿Puedo confiar en tí?

-Por supuesto.

Cerró sus ojos rasgados. Eran casi místicos. Los espejos que cubrían su cuerpo comenzaron a irradiar una luz expansiva. Se proyectaba desde su lomo hasta la altura de mi cabeza. Me incliné hacia atrás. Tanta magia me abrumaba. La luz se hizo cegadora y me vi obligada a cerrar los ojos. Cuando conseguí abrirlos, ya no estaba allí.

Flores del tamaño de rascacielos se mecían lentamente. Los tallos eran ocres, y los pétalos eran praderas satinadas de cesped rojo. Colibrís caobas con escamas por plumas revoloteaban a mi alrededor. Varios conejos hechos de rejilla metálica correteaban por mis pies. Solo sus orejas parecían tener pelo. Los árboles eran diminutos, y pisé algunos por error. Confusa y completamente aturdida intenté buscar a la serpiente de los ojos verdes. Estaba detrás mío, observando mis movimientos.

-La magia , bella dama, no existe.

-Como? -Esos ojos me estaban cautivando. Despertaban en mí demasiada fascinación.

-Todo lo que ves son en realidad los motivos por los que huyes de donde debes estar.

-Esta belleza nunca podría ser el motivo de mi huída.

-Huyes de tí misma, quieres salir de tus propias fronteras.

-¿Como sabes todo eso?

-Puedo leer tus ojos, como sino?

Nos dedicamos un cruce de miradas que podría haber durado eternamente. Vi de nuevo las puertas ancladas. Había muchas. Sí, era allí donde quería estar. En la absoluta relatividad de mi fuga. En un precioso lugar lejos de mi misma.

-¿Quieres entrar? – Me dijo.

-¿A cual de ellas?

-Tu elijes. Eres demasido hermosa como para negarte alguna.

-Eres una serpiente encantadora.

-Y tu eres una encantadora de serpientes.

Solo pude sonreír, sonrojarme.

-¿Como puedo hacerlo?

-Lo sabes bien, solo hazlo.

Y lo hice. Me acerqué lentamente hacía su rostro. Ya no era una serpiente, era él. Le besé con la delicadeza de unos pies que bailan emocionados. Fué un éxtasis sublime, fué el fin del mundo inacabado, el grito supremo del placer. Visualicé mi silueta entrando despacio por una de las puertas. La luz se fue atenuando hasta desaparecer, …….……..y desaparecí.

Un segundo antes oí su voz lejana, profunda:

-Sabías que en el fondo soy una serpiente. Y nuestra naturaleza, es absoluta.

Ya no estoy allí. Ya no estoy aquí. Estoy en ningún sitio. Cubierta de pequeños espejos que se unen mediante diminutos cristales verdes y dorados. Quizás este fuese el lugar que siempre estuve buscando.

May 31, 2014 / yolazuka

Del día a la noche

Hoy no quiero que se haga de noche. No quiero siquiera mirar tras las cortinas. Porque no quiero ver la luz que se arrodilla, ni miedos, ni adentros, no, no quiero pesadillas. Hoy que el mundo parece tan quieto, yo no quiero bullir con mis lamentos, ni quiero querer escapar de este tormento. Afrontarlo si, como en los viejos tiempos. Tan viejos que a veces parece que de a poco, vayan a morirse. Con un último suspiro, mirándome a los ojos…susurrándome al oído que aquello estuvo bien, muy bien. Pero hoy, sumida de lleno en un anochecer forzado, el mundo se ha vuelto silencioso, lastimero, vago. Rebusco en mi maleta invisible, aquella que se hace y deshace sola, aquella que es pesada o ligera telepáticamente. La pongo boca arriba y boca abajo, la examino, la lanzo, me siento encima de ella, me desespero. Porque quisiera tanto saber lo que perdí, para encontrarlo de nuevo. Fiereza, quietud, canto, desencanto. En el centro de la noche, en el epicentro del oscuro, el camino es a veces tan largo como duro. Un millón de palabras, más de mil nostalgias, enésimas sensaciones que no quieren salir de mi alma. Son okupas, son rebeldes. En cierto sentido, son mi resistencia. Son un cáncer que no mata pero ausenta. No, hoy no quiero que llegue el oscuro, porque aparece y se presenta mortal como cianuro. Es un río negro, de estrellas moteadas, es un caudal de intenso voltaje que sume en el silencio a todo aquel que hable. En el oscuro, no brilla nada, solo a veces las estrellas moteadas. Y nadie grita, todos se callan. Ni hablan ni susurran. En la negrura, nadie dice nada. Y ahora que no puedes hablar dime, dime, aunque no dirás nada, ¿dónde está lo que tanto anhelo? Tú, vieja noche oscura, anacrónica anciana sin dios ni templos, cuéntame si aquello que no encuentro, lo perdí, o partió hace tiempo.

September 2, 2012 / yolazuka

SEDa

hilo de seda

Vuela, vuela así hilo de seda: Suave, sutil, sensual, fugaz.

Para que no te enhebren, para que no hagan de ti un vestido.

Vuela fuera de la futilidad de este mundo.

Vuela, vuela así hilo de seda: Fragante, fulgurante, sencillo, flamante.

Como el vapor a fuego lento, como las nubes de humo de una tetera.

Para aprender un lenguaje nuevo, para emprender el mayor de los viajes.

El mayor es aquel que va hacia ninguna parte.

Vuela, si, vuela así, hilo de seda: Gaseoso, sedoso, con ritmo, vaporoso.

Mezclando el valor y el humo, con el gran estruendo de un sonido silencioso.

Sentir, sentir, sentir y así elevarse. Para aeroplanear lo invisible, para entender de una vez la libertad……….lo insondable.

Y una vez arriba, seguiré la línea aérea de tu recorrido. Será solo un segundo, será solo un suspiro.

Un poco después, ya te habrás ido.

June 19, 2012 / yolazuka

Un desierto cualquiera siempre está lleno de vida

El arte es mi refugio, la música la banda sonora que marca el biorritmo. Mi risa es el hierro en la sangre, la vitamina C diaria. Las fotos antiguas son el recuerdo de todas nuestras vidas pasadas. Los documentales son las reminiscencias genéticas del progreso instintivo del hombre. La hoguera es el nido nocturno. Las aves son lo que fuimos, y por tanto, miramos más al cielo en nuestros deseos de llegar a algún sitio. Tus besos sin embargo, son la calma. La parada para coger aliento y seguir el camino. Por eso mis días son siempre acelerados. Porque no hay besos ni paradas…..Pero hay aves, y hogueras, y música, y arte. Y el deseo por supuesto, de llegar a alguna parte.

April 5, 2012 / yolazuka

Makaneah

Caminaba a través del campo de trigo, y atardecía ya en un día de alineación planetaria. El sol morado apuraba sus últimos rayos. Recordó aquellas palabras de su abuelo que explicaban cómo hacía algunos siglos, el sol era naranja y rojo. Quién sabía si aquello era cierto. Bien podría ser un mito, un bulo que había navegado de generación en generación iniciado por algún volátil de imaginación grande. Se corría el rumor de que aquel cambio de color estaba originado por el descenso de su actividad…Tantos rumores y todos difíciles de entender. Su abuelo fue un tipo peculiar, creía y contaba historias inverosímiles. Llegó a decir que los televisores, en aquellos siglos, eran una posesión voluntaria y que había gente que podía vivir sin ellos.

La ciudad se atisbaba por fin. Entró en el campo magnético de disolución, para transportarse a la urbe de Makaneah. Frecuentaba la ciudad en muy raras ocasiones. Estas visitas eran una brecha absurda en su cómoda soledad, y por lo tanto, su felicidad solo se asomaba lejos de la metrópolis. Una vez que cesó el marco de frecuencias, se sintió mucho mejor. Solo quedaba llegar finalmente a la consulta cruzando el tumulto y la marea de gente indiferente que abarrotaba las calles. Desde la última vez, los edificios habían cambiado rotundamente. Se habían elevado más hacía el cielo gris, y sus ventanas parecían acaso más herméticas de lo que recordaba. Ahora era frío, mucho frío lo que traspasaba su suéter. Solo deseaba llegar pronto a su destino, y terminar la cita cuanto antes. El anodino recepcionista le dió la bienvenida gesticulando amablemente hacia los asientos de espera. Súbitamente, los nervios se apoderaron de él. A fin de cuentas, era la primera vez que visitaba un edificio de Nivel 2. Una vez en la consulta, el doctor lo condujo al área de exploración tubular.

-Últimamente siento mucho frío, consultor. Mis músculos se engarrotan. Apenas puedo dormir. También tengo problemas con la vista. Sufro fatiga, y ando bastante decaído.
Después de media hora de auscultación monitorizada, el consultor hizo unas llamadas. Su cara expresaba una ligera pero afilada contradicción. Acudieron al momento varios consultores más.
Al cabo de 15 minutos, lo reunieron con todos ellos ante una mesa circular:
– Señor Janko, su especie fue exterminada hace ya algunos siglos. Sin embargo, estábamos equivocados, es usted el último especímen humano del planeta tierra. Permanecerá en el recinto de seguridad hasta nueva orden con objeto de ser explorado y con mucha probabilidad, minuciosamente reprogramado.

November 25, 2011 / yolazuka

Hacia la varada deriva

Así vamos en este viaje.Difamando y divagando. Por el río que nos lleva, no sabemos como pero sí hacia donde. Navegando a la deriva, aunque pensemos que remamos. Solos, aunque creamos que lo hacemos acompañados. Flotando, gracias a la burbuja personal donde cada uno se refugia, donde  uno se acurruca y balancea cuando cae la noche. Porque no me creo que seas así de fuerte, sin tu traje de domingo ni tu chaqueta de flores. Sin tus voces, ni tus reproches, solo eres uno más. Metido en su burbuja, como cada cual. Somos  el “Sónar”, con su  versión de día y su versión de noche, sonando a destiempo según las aguas que nos mueven. A veces es triste y vespertino, soñar lo que no has vivido. O tejer entre tinieblas lo que habías prometido. Es triste, y a la vez real, saber lo que querías ser y nunca serás. Tremendamente misterioso ser, lo que nunca habías pensado que serías. Y es que no hay líneas, no, ni múltiples direcciones. No hay reglas, ni caminos. Hay agua, y afluentes, y ríos. Lagunas y charcos. Lluvia y mareas. Todo es uno y no hay distinción. Agua que se mueve, repleta de burbujas personales que se dejan guiar, hacia donde las lleven. Puedes gritar dentro de ella, pero el río no escuchará. La corriente en si misma ruge mucho más alto en su viaje hacia el mar. Hacia el agua.

November 22, 2011 / yolazuka

La importancia de 60 segundos

Suenan  pasos. Agitados, acelerados. Por las escaleras. Oigo los míos. Peldaños, uno, dos, tres. El pasamanos. Busco mi cartera. Primero busco el bolso. Empujones. Muchas caras. Más cuerpos. No la encuentro. Si, juraría que estaba aquí. Perdona, ¿tienes hora? Tengo demasiada prisa. –Pasajeros con destino a Madrid, vía 2. Creo que dejé el billete en casa. La horquilla, se resbala del pelo. ¿Dónde están mis manos? Ah! en el bolso. Creo que dejé el ordenador encendido. ¡Déjeme pasar! Vías: 1, 8, 4, 6. Busco el billete en la cartera. ¿Dónde está ahora la cartera? Si perdone, pase. ¿Y la vía 2? -Pasajeros con destino a Madrid, vía 2. Mi boca necesita un chicle. La mochila, los dejé allí. ¿Ayer por la noche? Esta mañana los cambié de sitio. Pantallas. Cercanías,…que lejos para mí. Muchedumbre, voces en alto. ¡La Farolaaa! ¡La Farolaaa!! Mi frente se ha perlado en sudor. Pañuelos. Dentro del neceser que anda dentro de la mochila. No gracias, ¡no más periódicos por hoy! -Pasajeros con destino a Madrid, última llamada, vía 2. Por favor, ¡busco urgentemente la via 2! -Lo siento, ¡voy con prisa! Más pantallas. Luces, gente, aglutinamiento. Manos que buscan un billete dentro de una cartera, dentro a su vez de un bolso. -Disculpa chica, ¿este billete es tuyo? ¿Y donde están mis chicles? Movimiento giratorio. -¡Gracias señor! Si, ¡es mío! Número 2 incandescente. Allí, a lo lejos. Ansiedad, pasos ligeros. Pasos muy ligeros. Carrera. Estampida. Mujeres que se quejan. ¡¡Donde esta el billete!!?? Dios, ¡si! Me dejé el ordenador encendido. Caras de pocker. Miradas de besugos. Uniformes. Amarillo hueso. Sonrisa falsa. Dedos repicando un mostrador. Entradas que se cierran. Aspavientos. Condolencias. Si sigo así, dolencias.

-Llega tarde, lo sentimos. El tren acaba de partir.